Los psiquiatras élite vinieron en su ayuda...










Excelente medicación y consejos… Fueron años de psicoterapia, orientaciones y análisis. Recordar mucho o todo es imposible pero… Juan Bernardo recuerda algunas frases claves de algunos de ellos:


- No le llames el proceso, llámale “la enfermedad”.

- Tú no estás loco.

- Disciplina en el Tratamiento (como un comando).

- Tienes un lenguaje altamente psicologizado-

- Porque tú no eres esquizofrénico y tú lo sabes…

- Prosa poética religiosa: Parece poesía: pero como la poesía es tan libérrima...

- Si sigues así de religioso vas a terminar tus días en un manicomio…

- Para que lo abandone toda esa gente religiosa que lo rodea…

- Tú no eras dueño de tus actos…

- Tú no le has hecho daño absolutamente a nadie…

- Tienes un delirio encapsulado... El delirio encapsulado se define como la locura razonante porque, salvo por una idea delirante muy específica, el paciente funciona sin dificultades en la mayoría de los aspectos de su vida, y puede llegar a pasar totalmente desapercibido; únicamente hasta que alguien le habla de ese tema el paciente empieza a delirar y a comportarse de forma enajenada. Wikipedia...


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Última sesión de terapia con el psiquiatra judío ateo…

Tú eres muy importante: Una vez, este médico, le dijo… en medio de una reunión de pacientes para fundar “Esquizofrénicos Anónimos” en Venezuela, tomando cuidado de que sólo se diera cuenta Juan Bernardo lo siguiente: “Tú eres muy importante…” mirándolo fijamente con sus claros ojos azules y una medio sonrisa cómplice… Juan Bernardo relacionó este comentario con algo trascendente que tenía su persona en base a todo lo que el doctor conocía de su privacidad mística... disparando sus delirios sobre la contundencia histórica de su presencia en este mundo…


Testimonio de Juan Bernardo:


Última Consulta: Para esta ocasión de mi última consulta con el  médico: El Doctor aparentemente  no debería conocer cosas que yo no había contado a nadie, tales como la revelación de “Desde el Principio” de la Semana Santa del 2003; que cuenta la gran guerra de la preexistencia a este mundo… donde al caer las almas por su rebelión y peleas en la gran guerra de argumentos, y donde se formaron las grandes familias antropológicas, y todas las demás especificidades de la vida humana: individual y colectivamente, en todos los tiempos históricos de lo que sería el futuro ser humano (las naciones) y la futura Tierra. Siendo también en los futuros hebreos (que fueron las preexistencias que defendieron el plan de Dios) convirtiéndose así en dueños de la historia humana… Esta preexistencia lo explica todo hacia un final feliz… es el tikún originario… antes de que todo fuese en esta dimensión. Todo esto con exclusiva supervisión divina... de todo el cosmos, el espacio y el tiempo.

Ésta es la revelación recibida en la Semana Santa del 2003. Donde el Mesías cobra sentido, para resolver este problema en la Historia y llevar a todos o a la mayoría a la apocatástasis (Vuelta universal al origen). Todos venimos de esa preexistencia, de esa guerra… y allí es donde se explican todas las discordias y amores que nos toca vivir como personas… donde cobra sentido un perdón universal, o casi universal: porque a la final todos somos culpables…

Continuando con la última consulta: Yo, Juan Bernardo, sé leer el lenguaje corporal… y el doctor se comportó las dos últimas sesiones de terapia muy raro conmigo: los ojos desorbitados y se tapaba la boca como no dando crédito a lo que veía u oía… yo me daba cuenta, pero me hacía el loco y no le decía nada.  Se comportaba como si en verdad reconociera que estaba ante uno de los personajes vertebrales de la Historia humana. Me dijo de muy buen humor: “Todavía no somos tan numerosos como las estrellas del cielo o la arena del mar… conque fuimos nosotros los que escogimos a Dios y no Dios a nosotros.” -¿Cómo sabía eso sino lo había contado a nadie?- Yo lo miré con mucho asombro y le recliné mí rostro dos veces con una medio sonrisa mirándolo fijamente… sin mediar palabra, me sentí al fin “reconocido” y “aceptado” por alguien.  Y él me dijo suavemente: “¿Jesús?” Yo me enserié mirándolo fijamente  y él me dijo muy sereno: ¿Ahora, qué vas hacer con tu vida? Yo simplemente respondí contundente y seriamente: “no sé…” Y comenzamos a reírnos (sobretodo yo) y al final antes de irme me dijo risueño: “te ríes como si no te tomaras en serio ni a ti mismo”, lo cual era totalmente cierto… Salí de allí henchido de felicidad de que alguien me hubiese creído…

¿Qué interés habría tenido el doctor en manipularme? Si él conocía mi vida perfectamente, ¿Por qué reforzar algo que supuestamente era una fantasía, por qué hizo esta transferencia y se metió en mi delirio: por qué se dio esa licencia… siendo un profesional de la Salud Mental? ¿Estaba haciendo un experimento para ver mi reacción? Pero su lenguaje corporal y facial de sesiones anteriores decía lo contrario, lo delataban… Este acontecimiento fue determinante ya que reforzó, al venir de mi psiquiatra judío, tantas cosas…

He escuchado maestros judíos decir que Jesús es la reencarnación de Esaú: yo no me siento así de malo... o vendido al mal... enemigo de Israel: por eso necesito un fuerte tratamiento bio-psico-socio-espiritual, o una "regresión" para separar lo psiquiátrico de lo espiritual... ¿Qué es reencarnarnación? ¿Qué se adquirió en esta vida? Etc... para eso necesito un rabino maestro en cábala y psiquiatría, además de mí propio trabajo personal... ¡para reparar las piezas de este espejo roto...! o al propio HaShem, que tiene más poder y sabiduría que cualquier terapista o ministro humano... Una acción directa de la Divinidad: del Creador... Parte del esfuerzo de escribir esta historia, basada en hechos reales, es encontrar ese maestro... en una sola persona. Y allí el Creador va tejiendo mí historia y mí destino... Sólo quiero ser libre y responder tantos porqués... definitivamente no es una psicología personal simple... 

A veces la mejor terapia es la oración de propios y extraños... que activa la acción de D-os de manera que los caminos misteriosos del Supremo se abren para nuestro beneficio... Buenas son la plegaria y la oración para sanar, reparar, enmendar, rectificar, descubrir pasados y destinos... Mí religiosidad también ha sido una gran sesión de terapia...

Breves Confesiones de un Salvador

...Sentí a los santos varones y mujeres de la Iglesia, revolcarse entre sus tumbas. Pero no tuve miedo.  Sentí la Ira del Dios Altísimo manifestarse justo en mis espaldas, La vi fijamente y no me convertí en estatua de sal, Era bella esa Ira, porque traía justicia y al final amor. Pero no tuve miedo. Sentí a los santos coros angelicales cantar una canción feliz y alegre que me decía: “Así  lo has proclamado: Infierno infeliz, por siempre imposible". Pero no tuve miedo. Sentía a los falsos ministros del Altísimo atacarme feroz y constantemente: Pero no tuve miedo.  Entré por las Puertas del Cielo, vi la Nueva Jerusalén, la ciudad santa: (Toqué el oro de sus calles) y me deleité contemplando la Paz y Su Trono. Ya Jerusalén no mataba más a sus profetas. No tuve miedo. Sentía que los Abismos me tragaban, Pero he allí: No tuve miedo alguno. Manadas de Querubines, Serafines y Arcángeles me defendían para que ello no sucediera.   Todos me decían: “No tengas miedo, te defenderemos”... Se oían truenos, gemidos, quejidos inescrutables, saciedad, horror, risas, esquizofrenia espiritual, manicomio, locura, poder, triunfo no apresurado, espada y sangre, defensa, derrota, excremento,  dragones horrendos  y un futuro hermoso, perfecto y eterno para todos. Universo colosal.  Si es así Señor, no tengo problema en beber la copa del aturdimiento hasta el final, tomándola con mis propias manos; pero quítame el miedo... Ese es el arma de las siervas y siervos de Satán, de sus hijos legítimos, que él adquirió con sus engaños. Libérame, Oh, Señor de las cadenas y cerrojos de la  vida y de la muerte en este mundo, y llévame junto a ti al lugar donde no hay sombras. Escuché la Paz, la alegría, armonía perfecta, descanso eterno, fiesta de bodas, millones de millones de criaturas delante de su Creador.  Todos celebran en una fiesta que no termina jamás, no más llanto ni dolor. Los santos varones y mujeres de la Iglesia siguen revolcándose en sus tumbas porque ya quieren salir de estas.  Poco a poco resucitan cada vez más. Ellos no tienen  ningún miedo...







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