Retorno a Casa: a los 24 años… Las primeras etapas… primer brote psicótico…
Llegó
a su casa con la vida destruida: la acogida de la madre… estaba muy raro y
callado: se decía a sí mismo: no hay futuro (1994): pensaba que había llegado
su final de muy mala manera / El 31 de diciembre de 1994 fueron a recibir año
nuevo en casa del hermano mayor… / Le dio una gran crisis psicótico-paranoica: El
consuelo del hermano mayor: éste lo consoló de sus lágrimas y remordimientos
cuando se reunieron en privado en una habitación y Juan Bernardo le dejó ver
algunas cosas, porque estaba envuelto en un gran estrés que no sabía manejar / De
regreso a casa se oye en el carro una canción llamada “New York es una quimera…”
lo que le causaba delirios de referencia a Juan Bernardo. Miedo… / Cuando está
en casa aislado se acuerda de la PIBSAA: Y decide arreglar cuentas con Dios en
la Iglesia Bautista donde se había rebautizado / Decide volver a la Iglesia y
una muchacha desconocida creyente bautista… cuando lo observa reacciona como
volteando a verlo bruscamente / La reacción de la esposa del pastor desde el
púlpito: ella estaba dirigiendo las alabanzas cuando tuvo la misma reacción al
ver a Juan Bernardo mientras cantaba, era como si le hubieran dicho algo “al
oído” acerca de ese joven que caminaba por el templo / Cuando empieza a asistir
a las actividades de la Iglesia le dijo a la esposa del pastor: “Quiero hacer
de nuevo mí profesión de fe en Jesucristo”: tenía serias dudas sobre su
salvación eterna, no sentía paz sino culpa y condenación… Ella le respondió: Yo
le voy a orar al Señor para que te aclare esa duda… / Entonces comenzó a
visitar a la pareja pastoral a su casa, al lado del templo, como para recibir
orientaciones espirituales en medio de su desorientación de vida e inicio de la
enfermedad mental: parecían humildes de origen y carácter: ¿Qué les molestó
tanto? Todo fue tan críptico… premisa: Juan Bernardo siempre guardó silencio
ante la congregación y su familia… por miedo, estaba atrapado… en sus manos… / Luego
de interactuar varias veces privadamente con los pastores bautistas: De repente
Juan Bernardo, mirándose al espejo se dijo: Yo soy Jesucristo y fue a la
Iglesia a decírselo a los pastores / Tuvo una conversación con la esposa del
pastor: Sentía como que había dos personas dentro de él: ella le dijo: “Crees que estás confundido, pero en realidad
estás ungido…” Entonces, esto le dio confianza y dijo: “El Señor me está
mostrando por todos los medios quién soy yo…” ¿Y quién eres tú?, le preguntó
ella. Cerró los ojos y vio la palabra
JESÚS con los ojos del alma en su mente… / Inmediatamente su cuerpo adoptó la Posición
de Cruz… estando sentado en un pequeño sofá contra la pared; y podía ver y
sentir los clavos invisibles en sus manos y pies: sentía que era el mal que lo
crucificaba nuevamente: se sentía como el propio Cristo en la Cruz… Luego esa
fuerza lo dejó y sintió una Paz
inexplicable "de esa que sobrepasa todo entendimiento"… pidió un vaso de agua, lo llevaron al salón principal del Templo
y comenzó a jugar con el piano, el pastor le trajo un libro… que nunca revisó /
Comenzó el Culto de oración y llegaron los demás hermanos: cuando comenzaron a
cantar las alabanzas a Dios Juan Bernardo se sentía objeto, depositario y receptor
de las mismas y las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos en medio de una
gran ternura… buscando siempre la luz de una de las lámparas del Altar… luego
se hizo la explicación de la palabra de Dios… donde había una persona sentada que cuando hablaba
decía cosas horribles y retorcidas (como si fuera el demonio) y Juan Bernardo
tomaba una postura impropia para el
lugar. Cuando hablaba el pastor que dirigía el Estudio o los
demás miembros se sentaba derecho y muy disciplinado / Al final del Estudio
Bíblico todos se fueron, quedando los pastores y nuestro protagonista: apagaron
las luces. Y Juan Bernardo dijo: yo me quiero quedar aquí…. /Los maltratos de
los ministros: al endemoniado se le dio el trato que solo se le da al demonio…
no de poseso… ensañamiento… ¿Y ahora qué vas hacer con tú vida? ¡Aquí no te
puedes quedar…! Juan Bernardo aterrorizado: Comenzó a gritar y se sintió como
descubierto de haber hecho algo terriblemente condenado por Dios… y esas
personas eran sus agentes: sus policías espirituales y Juan Bernardo el
criminal descubierto… la enfermedad de los Ministros de Dios… / Al salir del
Templo, vio el fondo del Abismo y sintió que éste lo reclamaba, que lo tragaba
con trastornos sensoperceptivos (perdió el piso). Y empezó a clamar: Dios mío,
Dios mío: ya era de noche… el momento de las tinieblas… mientras ella guardaba silencio y sólo
observaba… Lo llevaron a su casa en un carro y cuando se lanzó en su cama se
expresó a sí mismo en su mente: Si no puedo servir a Dios, tampoco te voy a
servir a ti Satanás… Los pastores conversaron con su mamá y cuando se fueron
inmediatamente se fue la luz en toda la urbanización / Al día siguiente comenzó
a ver TV y era impresionante, todo lo que veía lo relacionaba con el inicial
proceso místico que estaba comenzando en su psiquis. Llegado el momento, luego de estar horas
mirando TV se fue a la ventana de su cuarto y comenzó a cantar una canción de
alabanza a Dios que se convirtió en un berrido que no podía controlar… en
dirección a la puesta de sol. Enseguida su madre comenzó a llamar a los hermanos
de la Iglesia y vino una vecina bautista con muchachos de la zona, estaba
desnudo… y salió de su cuarto ya vestido y comenzó a recibir visitas de la
iglesia bautista: su casa se llenó de Evangélicos que le decían que él era un hijo
de Dios y una ovejita del Señor/ Pasó este evento y un día estando solo en la
sala de su casa, mientras su madre estaba en la cocina haciendo sus quehaceres
un movimiento involuntario de su mano derecha le marcó en su frente el 666, se
sentía tan culpable que se dijo, sino soy Cristo, soy el Anticristo: Esta fue la
auto imposición de un número: Comienzo del delirio demonológico formalmente y
la persecución del mal… / A los pocos
días: Su hermano llegó a casa, trató de agarrarlo, se asustó y en el balcón: gritando desnudo… Dios… Dios… Dios… / Llegaron los bomberos y unos
vecinos… y le pusieron una inyección… / Lo
llevaron al Hospital Victorino Santaella en Los Teques, pero no lo aceptaron.
Luego lo hospitalizaron en el Hospital psiquiátrico de Lídice, Caracas (primera
hospitalización) 1994 (donde había pacientes gritando y cantando en la
madrugada)… En el interrogatorio de acceso al Hospital, le preguntó la
psiquiatra frente a su hermano: ¿Cuál es tú película preferida? Él respondió: El
bebé de Rosemary… / El inodoro más limpio del mundo… el pie y el Infierno… / Estando
en el pabellón del Hospital se dijo a sí mismo: Estoy dentro de un cuadro de
Salvador Dalí… / Había un enfermero “ángel de la guarda”… que lo veía tan mal (Terror
las 24 horas del día) que le inyectaba calmantes escondido de todos… / Había un
paciente consolador y optimista… ante el llanto y la desesperación de Juan
Bernardo de sentirse endemoniado o el demonio mismo / Al principio: No sabía ni
dónde, ni en qué tipo de sitio estaba… ¿Esto es Caracas? / No sabía qué le
pasaba: solo sabía que sufría mucho mental y espiritualmente. Además del
remordimiento sembrado… / Su madre lo sacó de allí… a los dos meses, porque un
paciente lo golpeó con el palo de un coleto en la cabeza. Todo el tiempo en
cama… el agua fría para bañarse, la comida espantosa… / Lo único bueno: el atol
y el pan dulce por las noches… le quitaban todo lo que le llevaban de regalo
cuando entraba al pabellón… no tenía
fuerza para comer las meriendas que le llevaban… / Había gente que estaba
internada allí que curiosamente lucían en perfecto estado de salud mental (como
que estaban hospitalizados porque no tenían donde vivir), mientras que otros se
veían muy graves… Se escapó un señor que estaba en silla de ruedas… / Cuando le
dieron de alta: Vuelta a la Iglesia Bautista: seguía buscando a Dios… la Luz…
pero no fue allí donde la encontró en toda su plenitud / Trastorno
Sensoperceptivo: en la regadera, con el agua siente que se derrite… / Miedo al
agua… Todo esto fue el inicio de un ataque severo del Satán, pero viendo los
resultados a través del tiempo… todo fue para su bien…
Los Hijos del Miedo
...Un
día vagando por los “valles de sombra de
muerte”, me topé con los Hijos del miedo. Ellos
se acercaron a mí, con mucha cautela y ganas de sembrarme más muerte de la que
ya traía encima.
Se deleitaban “en éxtasis perverso” escuchando mis
maldades más privadas,
alegando que era para que me escuchara yo a mí mismo. Yo confiaba ciegamente en ellos
como “verdaderos” ministros, Y aunque yo había llevado una
vida pérfida, era
yo, en ese momento, más que todo un bebe
espiritual contaminado por el pecado, clamando por su Padre, pero
los Hijos del miedo, supongo yo,
clamaban más y más a su dios, para sembrarme su miedo.
Y realmente me manipularon de la manera adecuada para lograrlo... ¿Y ahora qué vas a hacer con
tu vida: Juan sin miedo...?
